Una fotografía puede ser un documento, a la manera del acta firmada en una notaría pero, en términos de imagen, debe aspirar a ser algo más en un mundo en el que los tiempos se han acortado. Comunicar acertadamente es la única forma de triunfar en el océano de imágenes cotidiano. Pensemos un ejemplo: Elton John se sube a un piano de cola en el escenario de un estadio norteamericano y batea una bola que le lanza un guitarrista de su banda mientras suena “Rocket Man». La imagen se ha comido el sonido, se ha comido el relato. La imagen ha prevalecido sobre el resto de componentes de ese momento. Ese es el objetivo de nuestra propia imagen, prevalecer en un mundo de ruido visual, y para ello hay que acertar.
Jose Filemón afronta la fotografía como creador multidisciplinar que ha desarrollado una larga trayectoria en la que encontramos a muchos de los grandes nombres del arte, la arquitectura, el diseño o el rock. Su trabajo se edifica sobre los cimientos del análisis de la cultura visual expandida de lo material a lo digital.
La forma de entender su trabajo es confrontar dos ideas distintas: la portada de “Tarque”, el disco en solitario del cantante de MClan y los proyectos de Sonia Navarro o Rainer Split, dos de las grandes exposiciones de 2019 en España. La capacidad de respuesta ante dos situaciones tan dispares debería provocar un desequilibrio de algún tipo, sin embargo el resultado de ambas y su repercusión nacional está a la vista. Del macro al micro, los reportajes de arquitectura e interiorismo son uno de los puntos fuertes de la web en la que estás entrando. Por cierto, no olvides los retratos.
Nacho Ruiz